Mañana el niño cumple 3 años. Parece increíble. Te avisan con el típico Aprovehca que el tiempo pasa demasiado rápido… Y sí, pasa demasiado rápido. ¡Lo veo tan mayor! Me maravilla que sea aquella cosa chiquitita que estaba dentro de mí. Apuntaba maneras, con 8 semanas decían que si estaba de 11, y amenazaban con que rondaría los 4 kilos y medio.
Lo miro y me doy cuenta que a pesar que él insiste que es un bebé mayor, está dejando de ser un bebé, es un niño pequeño que ocupa mucho, se comunica de maravilla, con un sentido del humor inagotable y muchas ganas de aprender, con ¿Por qués? infinitos que casi siempre acaban con diseñadores responsables de que las cosas sean como son.
Aún tengo muchas edades por descubrir pero ésta me resulta especialmente atractiva. Es innocente, curioso y espabilado, con la hermana mayor que le enseña un montón de cosas que ella no sabía cuando tenía 3 ni 4. Son un tándem fantástico, la mayor prudente, el pequeño desafiante, risueños y cómplices. Hacen broma diciendo que el niño cumplirá 1 año y que en realidad es un delfín manta marino. Es el primero de su especie, el primer delfín manta marino que pide un pastel de Olaf y de queso para celebrar el cumpleaños.
¡Felicidades príncipe!
El primer príncipe delfín manta marino de la historia.