– Mamá, quiero gomitar.
– ¿Por qué?
– Tengo la panza gorda. He bebido el bibi muy rápido.
– No hace falta que vomites. Sólo vomitas si te duele la barriga, y no siempre.
– ¿Por qué?
– Porque necesitas lo que comes para estar fuerte. La leche del bibi la necesitan tus músculos para tener fuerza y tu cabeza para pensar.
– ¿Y el cacao?
– Si, el cacao también lo necesitan.
– ¿Y no gomito?
– No. Tu cuerpo lo aprovecha todo y lo que sobra sale con el pipí y la caca.
– Y los pedetes.
– Sí, con los pedetes también.
– Vale. No gomito.