Me gustan los niños, sobre todo los míos. Los desconocidos los tolero cinco minutos. Los hijos de amigos y parientes están bien para un par de días.
Con estos precedentes y teniendo en cuenta los comentarios más habituales de los padres, me pregunto: ¿Por qué tenemos hijos? ¿Para estar entretenidos? ¿Para dar sentido a nuestra vidas? ¿Para jugar? ¿Para que continúe la saga familiar? ¿Para compartir lo que sabemos? ¿Para perpetuar la especie? ¿Porque sí? ¿Por qué no? ¿Para querer?
Independientemente de los porqués para nuestros por qués, los por qués de los hijos nos ayudan a vivir mejor. Cada vez que los respondo simplifico el razonamiento, quiero que me entienda y así evito un nuevo por qué. Los niños no se complican la vida, todo es sencillo. Las parafernalias ni las entienden ni les interesan. ¿Por qué no aprendemos de ellos?
Si queréis comprar la imagen es del artista Banksy