Soy una falsa. La típica madre que se queja cuando lleva rastros de galleta babeada, una plasta de arroz o pegatinas que no sabes cuando ni como te las han enganchado, pero en el fondo estoy orgullosa de llevar los trofeos que me ponen los niños.
Con las manchas también hay unos clásicos. Si tengo que escoger cuál prefiero… me cuesta, tengo el corazón partido. ¿Y vosotros?